jueves, 19 de septiembre de 2013

Formas de retribución del concesionario de servicio público local

Las concesiones de servicio público empiezan a darse en la segunda mitad del siglo XIX para enfrentar la gestión de prestaciones que hasta ese momento se desconocían. Estas prestaciones novedosas eran debidas a grandes inventos técnicos que revolucionaron la vida del género humano como el gas, la energía eléctrica o el ferrocarril.

Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial supuso un aviso y una renovación en la forma de retribuir al concesionario.

- Aliciente económico en la figura de la concesión de servicio público


La Administración, para hacer frente a las demandas de estas prestaciones novedosas, crea la figura de la concesión de servicio público, acompañándola de un aliciente económico para atraer la atención empresarial.

- Las concesiones de servicios públicos, limitados en el tiempo


Las concesiones de servicio público tenían en el momento de su creación, como también tienen ahora, plazos dilatados de vida, comparable metafóricamente con la vida de un hombre.

- Primera guerra mundial y su influencia


De la misma forma que resulta algo aventurado hacer conjeturas con los acontecimientos que acompañarán en su vida a un recién nacido también lo era hacerlas sobre el ciclo de una relación jurídica. En este caso la primera guerra mundial hizo que aumentase considerablemente el precio del carbón a "consecuencia de la ocupación por el enemigo de la mayor parte de las regiones productas en la Europa continental" y ello tuvo consecuencias empresariales para los concesionarios de servicio público. Del principio de riesgo y ventura se pasaría al principio de cobertura suficiente y mutabilidad contractual que se da en la actualidad.

El artículo 129.3 RS, que pervive en el PRS, nos dice pues que "en todo caso, la retribución prevista para el concesionario deberá ser calculada de modo que permita, mediante una buena y ordenada administración, amortizar durante el plazo de la concesión el costo de establecimiento del servicio y cubrir los gastos de explotación y un margen normal de beneficio industrial".

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Por Javier García de Tiedra González, Abogado y autor de Introducción a la Inversión, una guía para aprender desde cero a rentabilizar nuestros ahorros.

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Fuente:
Francisco Sosa Wagner, "La gestión de los servicios públicos locales", páginas 108 - 110.